Trekking Volcán Caldera Blanca
Parque Natural de los Volcanes, Lanzarote
“Un paisaje único, un imprescindible para los amantes de la naturaleza”
Sin ninguna duda Lanzarote es una isla única, una isla repleta de volcanes, de arenas negras y de paisajes sorprendentes. Uno de esos destinos a los que viajar sí o sí. Tras varios días explorando la isla, ponemos rumbo hacia una esas rutas de trekking imprescindibles si viajas hasta esta parte de las Canarias, el Volcán Caldera Blanca.
Una ruta que atrapa desde el principio por sus paisajes pero que tiene su plato fuerte al final, donde podremos observar al completo el cráter de este volcán. Un lugar que posiblemente te deje sin respiración por la belleza que muestra.
parque natural de los volcanes
El Volcán Caldera Blanca se encuentra dentro del Parque Natural de los Volcanes. Este espacio rodea en su límite oeste el Parque Nacional de Timanfaya, y al este con el Paisaje Protegido de la Geria.
En él se reúnen los mejores ejemplos de colada de lava y campos de lapilli. Un terreno de origen volcánico con curiosas formaciones surgidas de la solidificación de la lava. La presencia de vegetación es muy escasa, aunque en algunos lugares proliferan los líquenes, existiendo casi un centenar de especies.
Debido a la presencia de comunidades de aves marinas, este espacio fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Trekking Volcán caldera blanca
Dificultad: Baja - Ruta: Lineal - Distancia: 10 km ida/vuelta - Tiempo: 2,5 - 3 horas
La Caldera Blanca al encontrarse dentro del Parque Natural de los Volcanes, se puede visitar por libre y no es necesario ningún tipo de permiso como ocurre en el Parque Nacional de Timanfaya. Por ello es una ruta perfecta para los que quieren recorrer por su cuenta el imponente paisaje volcánico de esta parte de la isla y ascender hasta el cráter.
Este volcán se encuentra situado en el municipio de Tinajo, cerca de la localidad de Mancha Blanca. Para llegar en coche es necesario tomar la carretera LZ-67 e incorporarse enseguida a una pista de tierra denominada “Camino del Cráter”. Una vez en ella se encontrará una zona habilitada para dejar los coches y comenzar la ruta. El trekking comienza con unas vistas increíbles a la Caldereta y la Caldera Blanca, situada después de esta primera. Un sendero en zigzag a través de un oscuro mar de lava nos llevará hacia los volcanes, sin ninguna duda un paisaje que enamora desde el primer momento.
La ruta de Caldera Blanca atraviesa una zona de malpaís volcánico, con abundantes formaciones de lava producto de las erupciones ocurridas entre 1730 y 1736. La erupción de 1730 ocupó todo el sector central de la isla, arrasando unas 30 poblaciones y las mejores zonas agrícolas de Lanzarote. Por ello, actualmente todo el sector centro occidental es un malpaís, es decir, un conjunto de lavas recientes en el que es casi imposible cualquier tipo de actividad.
En esta primera parte de la ruta encontraremos la Caldereta, la cual alcanza los 324 metros y que podremos observar desde cerca pues hay una entrada hacia ella. Al acceder a la embocadura del cráter, con 300 metros de diámetro y una forma de perfecta herradura que indica que se trata de un cráter abierto en la dirección que se produjo la erupción de lava. Se puede observar un cambio de color y formas más moldeadas, ya que se dio en un período volcánico anterior a las erupciones de Timanfaya.
Desde aquí y volviendo unos pasos hacia atrás seguimos ruta hacia la Caldera Blanca. Esta zona es donde mayor acumulación de lava hay, dando lugar a un impresionante paisaje … Esto se debe a que los dos volcanes, la Caldereta y la Caldera Blanca constituyen lo que se conoce como “islotes”, es decir, zonas que gracias a su altura no fueron afectadas por las erupciones de otros volcanes (las erupciones entre 1730 y 1736). Durante este proceso la lava aminoró su velocidad al atravesar el istmo entre ambos volcanes dando lugar a esta gran acumulación.
Un ligero y suave ascenso nos llevará hasta lo alto del volcán, lugar desde donde podremos observar el inmenso cráter de 1200 metros de diámetro.
La Caldera Blanca es un cono volcánico con un posible origen hidromagmático, es decir, una erupción en la que la lava entra en contacto con el agua. Se trata de uno de los volcanes más altos de la zona central, con un interior de cráter bastante plano y que durante bastante tiempo se utilizó para cultivar. Su origen data de unos 5000 años, tiempo durante el cual sus rocas han ido adquiriendo un color claro que contrasta con la lava oscura que lo rodea. Este color blanquecino es el que da el nombre al volcán y se trata de un tipo de roca volcánica de consistencia muy porosa formada por la acumulación de cenizas y otros elementos que se alternan formando capas de diferente grosor.
La mejor panorámica se obtiene desde el punto más alto de la Caldera, a 458 metros, desde aquí las vistas son impresionantes, una excelente visión sobre el conjunto volcánico de Timanfaya. Se puede observar perfectamente la alineación de Montañas de Fuego y el resto de cráteres de la erupción más larga de las Islas Canarias.
Vistas desde el punto más alto de La Caldera
Recorrer la cima del Volcán Caldera Blanca implica ser cautos pues los fuertes vientos que suelen azotar esta parte pueden hacer peligrosa la caminata.
Ruta por el borde de cráter Caldera Blanca. Mochila Aitxuri Columbus Discover Nature
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